Me apetecía poder compartirlo hoy...
Despertar es renacer cada día. Y ya la luz nos aguarda.
Ya está ahí comenzada, la historia que haya de proseguir.
Despertar es entrar en un sueño ya en marcha,
Venir desde el desierto puro del olvido y entrar, lo primero,
En nuestro propio cuerpo, recordarlo sin rencor,
Entrar a habitarlo y recuperar nuestra alma, con su memoria,
Y, nuestra vida, con su quehacer.
Entrar como en un capullo tejido por innumerables gusanos afanosos;
Retomar nuestro hilo en el capullo fabricado incasablemente por el gusano-hombre,
Hacedor de ensueños que se objetivan, fabricador de historia.
María Zambrano, Delirio y destino